Es idéntica a la receta de Pan casero. Disolvemos la levadura en el agua tibia y reservamos. En esta ocasión, como lleva harina integral utilicé levadura fresca en vez de usar levadura seca. Puse 50 gr. que es la cantidad completa que traen los cubitos de la marca que uso. Si queréis usar seca podéis poner los 22 gr. de la receta de pan casero.En un recipiente grande, ponemos las harinas tamizadas y les añadimos el agua con la levadura y la sal. Mezclamos bien y pasamos a la encimera enharinada y empezamos a amasar. Al principio será una masa pegajosa pero en cuanto sigáis amasando y añadiendo un poco de harina a la encimera se irá volviendo manejable y elástica. Cuándo ya no se pegue a las manos, sea suave y manejable, boleamos y dejamos en un recipiente enharinado y cubierto con film transparente en un sitio cálido y sin corrientes hasta que, como mínimo, doble su volumen.

Sacamos la masa de nuevo a la encimera y desgasificamos amasando unos 10 minutos y le damos forma. Podemos hacerlo en forma redonda, en forma de barra, podemos hacer uno solo o dividirlo en dos, a nuestro antojo. Esta vez le he hecho unos cortes en forma de cruz.

Colocamos en la bandeja de horno sobre papel de hornear, cubrimos con un paño limpio y dejamos de nuevo hasta que, como mínimo, doble su volumen.

Precalentamos el horno a 200º C y horneamos hasta que esté dorado y al dar golpecitos con los nudillos suene hueco.

Y aquí tenemos otra obra de arte, delicioso, crujiente. La corteza es un espectáculo.

La miga esponjosa y suave, mucho sabor.

El aroma en casa es de lo mejor.