Esta es una alternativa a la costumbre de utilizar para los asados el cordero pudiendo disfrutar lo mismo con esta otra carne que es deliciosa, queda menos grasa y es bastante más económica.

Habitualmente encontramos los codillos de cerdo salmuerizados pero cuando los veáis en la vuestra carnicería de confianza frescos, no lo dudéis.

Ingredientes:

• 2 codillos frescos de cerdo.
• 2 Patatas grandes.
• 1 Cebolla mediana.
• 2 dientes de ajo.
• Aceite.
• 120 ml. de coñac (si no tenéis podéis usar vino blanco).
• 200 ml. de agua.
• Sal y pimienta.

Elaboración:

Ponemos en una rustidera o en la bandeja de horno la cebolla picada en juliana, los ajos pelados y enteros y un par de hojas de laurel. Colocamos encima los codillos salpimentados.

Echamos un chorrito de aceite de oliva y metemos al horno a 200º C. Aproximadamente unos diez minutos por cada lado. Echamos el coñac y el agua y volvemos a meter al horno a 180º C unos 45 minutos.

Es importante regar con frecuencia la carne con el propio jugo que va soltando.

Una vez transcurrido ese tiempo, sacamos la carne y hacemos una cama con las patatas cortadas en lonchas de unos 5 mm. más o menos. Ponemos encima la carne y volvemos a meter al horno hasta que la patata esté hecha.

El resultado es un asado jugoso, con sabor y muy tierno.

¡¡¡Que aproveche!!!